Es una creencia firme en que algo bueno va a ocurrir, o en que nada malo sucederá, también es una firme convicción de que existe algo más, no puramente material, que vela por nuestros sueños, que nos sorprende con experiencias de aprendizaje, que nos da buena suerte, que nos cuida.
Y lo cierto, es que sea cual sea la creencia exacta de cada persona, hay una realidad en la misma. Si pones Fe, tarde o temprano sucederá.
La Fe mueve montañas, solamente, cuando es verdadera fe, solamente cuando estás plenamente convencido de ello. Ya que de alguna manera, con toda tu actitud, pensamientos, creencias, sentimientos y emociones, convicción y conductas, estás haciendo realidad lo que deseas. Toda tu vida la diriges hacia allí. La Fe, también es creer que tú puedes conseguirlo.
Realmente lo que deseas puede tener muchos matices diferentes y cambios con los que la vida te sorprende, pero la Fe permite que encajes los cambios como parte del plan que el universo te tiene preparado, así que sigues adelante, sin temor ni dudas, ya que sigues teniendo Fe, en que todo lo que ocurra es lo que tiene que ocurrir, y que será por buen fin.
Efectivamete, la Fe es una importante herramienta mental de sugestión, que nos predispone hacia una meta, hacia un objetico, con el convencimiento de que tendrá buen resultado, o que el resultado que tenga, sea cual sea, será bueno para nosotros.
Es muy importante, tener unas creencias hacia la vida, y Fe en ellas, porque así nos dirigimos sin duda, sin miedos, sin prejuicios…
Sin embargo, es imprescindible, no anularse en la Fe, mantener nuestros criterios, valores, reflexiones y aprendizajes de experiencias pasadas, ya que la Fe es dirigirse hacia un objetivo, esperando que la vida acompañe, pero sin olvidarnos de lo que esto supondrá, de los riesgos y de sus posibles consecuencias.
Cuando asumimos esto, y ante la falta de control de todas las circunstancias, es bueno, creer en nosotros mismos, en la vida, en el Universo, es decir tener Fe, de que todo funcionará, ya que ya hemos puesto todo lo que de nosotros dependía, todo nuestro esfuerzo, todas nuestras precauciones, todo el aprendizaje, el control de riesgos, y ahora es el momento de no dejarse inundar por el miedo, sino por la Fe, creyendo en nuestras posibilidades, en nuestra experiencia, nuestras capacidades y en la vida, que harán que tengamos muchas posibilidades para conseguirlo.
Con Fe, podemos seguir soñando.
0 comentarios :
Publicar un comentario